Expansión
La profundidad y extensión de un ser dependen de su ruta en el devenir de la vida.
Somos transeúntes en un vacío que llenamos de ideas e influjos. Así, abarcamos un espacio-tiempo mayor. Nos expandimos.
No conocemos otra manera de sentirnos libres.
En el universo ocurre lo mismo. No sabemos dónde ni cómo partió con certeza. El big bang es una teoría probable, pero no cierta.
Un traje espacial no es más que un artefacto tecnológico que nos permite recrear y sobrevivir en condiciones donde la vida, tal y como la conocemos, se vuelve imposible. Por lo tanto, permite a nuestro cuerpo físico seguir con vida; mantener nuestros signos vitales.
Nuestro cuerpo, a su vez, “no es más” que un artefacto tecnológico (universal) que nos permite recrear las condiciones necesarias para que el ser “esencial”, alma, etc., pueda manifestarse en la tierra y así continuar el viaje.
Nuestro avatar, a su vez, “no es más” que … se entiende la idea.
Actualmente, y gracias a Elon Musk, seremos una especie interplanetaria. Esto quiere decir que, necesitaremos desarrollar nuevos artefactos tecnológicos que nos permitan sobrevivir y sostener la recursividad que somos, nuestros distintos niveles de abstracción. Y, para aquello, pienso que nacerá una nueva especie.
Seremos tecnología virtual, física y espiritual. Crearemos un nuevo tipo de “traje” dónde humano, máquina y virtualidad colapsarán en la dimensión presente y sobre nosotros. Una especie de Iron Man, pero sin tanto metal.
Será una especie Transhumana. Tal vez, andaremos siempre en parejas. Como en la serie The Good Place. Pero si hay algo que está claro es que, no seremos ni tampoco hemos sido, “simplemente”, una personalidad y un cuerpo físico.
En este devenir nos daremos cuenta que siempre hemos podido acceder a otras dimensiones de la experiencia, pero que estábamos limitados por nuestros sentidos.